He elegido el anuncio de un perfume, Invictus, para
hombre. El anuncio, tanto su versión en cartel como su versión en vídeo, es muy
sexista. Este perfume también lo venden para mujer y también su anuncio
publicitario es sexista.
Yo voy a analizar la versión en cartel, porque me parece
más sencillo, pero os dejo también el enlace al vídeo:
Es un anuncio sexista porque promueve un modelo de hombre
acorde con el estereotipo tradicional masculino del hombre poderoso, ganador y
dominador, y el de la mujer, bella por supuesto, que simplemente es un premio
añadido.
Vamos al detalle:
El hombre ocupa toda la imagen, es guapo, tatuado, joven
y musculoso y ha ganado la copa que sujetan dos mujeres semidesnudas envueltas
en unas gasas vaporosas que parece que mueve el viento. La estética es una
mezcla entre los mitos grecolatinos y el fútbol (se ve mejor en el vídeo) y
recuerda a algunas películas de romanos o de griegos, con lo que se refuerzan
los ideales masculinos tradicionales de fuerza, valor, dominación y violencia.
La copa aparece dos veces, una en forma de copa “real” y
la otra en el frasco de colonia al que le han dado esa forma tan
característica. La primera copa el hombre la lleva al hombro, de forma
descuidada, como que no le da mucha importancia. Esto se refuerza con la
sonrisa de medio lado, que hace pensar en una intención tal vez “pícara” del
hombre: mira lo que he ganado, la copa y… las chicas. Todo esto se deduce si se
ha visto el vídeo.
La segunda copa, el frasco de colonia en sí, está
colocada en la parte inferior de la imagen, más o menos en la zona de los
genitales del hombre. No creo que sea casualidad, ni tampoco la forma del
frasco. Está incidiendo en la potencia también sexual del hombre.
En medio en letras grandes el nombre de la empresa y del
perfume, en latín: invictus, invencible. En masculino, por supuesto, porque es
para hombres “hombres”.
En cuanto a las mujeres, aparecen dos. Son imágenes
chiquitinas, en comparación con el hombre son minúsculas, como hadas, como
ángeles, por ejemplo, es decir, delicadas. Y tienen cuerpos bellos, perfectos
físicamente, con muy poca ropa, tan solo las cubre en parte una gasa vaporosa,
que parece que mueve el viento. Están sujetando el frasco-copa, que tiene dos asas.
Ellas son como un premio más añadido al vencedor. Es una mujer “florero”,
sumisa, que da gusto al hombre. Además no solo es una, son dos. Puede elegir o
coger a las dos, porque tiene dos copas y parece que suficiente potencia sexual
para satisfacerlas.
Los anuncios publicitarios son una imagen que aparece en
las revistas y que pasamos sin mirar mucho, o unos segundos de televisión en
los que tampoco nos demoramos en observar, de modo que no creo que en este
tiempo una persona interprete todo esto en segundos, pero sí creo que l@s
creador@s de los anuncios lo miden todo para que todo tenga un cierto sentido o
connotación que quieren conseguir con su anuncio, y en este caso el elemento
sexual creo que es clave.
Al espectador@ no le dará tiempo a interpretar cada parte
del anuncio, pero sí se da cuenta en un par de segundos de que aquí te venden
una colonia que supuestamente te hace tener atractivo sexual. El público
objetivo son tanto hombres como mujeres (las colonias se regalan mucho) que
tengan esa imagen tradicional del hombre.
Una manera sencilla de ver si un anuncio es sexista (o
cualquier otra cosa) es cambiar los papeles: este anuncio con una mujer
musculosa en el centro y dos hombres delicados sujetando la copa-frasco sería
incomprensible para el público a quien va dirigido el anuncio. Sería un anuncio
paródico de los roles tradicionales que perpetúa este tipo de publicidad.
En resumen, es un anuncio hecho desde una mentalidad
masculina que limita la vida de la mujer a depender de un hombre, que es el
importante, y eso lo conseguirá si cumple un canon de belleza. Estas mujeres están
en un segundo plano, sujetando la copa, pero no hacen nada ni deciden nada. El
protagonismo es de él, ellas son inferiores, en tamaño y en todo. En este caso su
papel es el de la belleza y dar gusto al hombre. Un anuncio muy sexista,
claramente.
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