Este autor tiene un libro titulado Cuentos infantiles políticamente correctos en los que desmonta los cuentos infantiles clásicos en sus elementos machistas (y racistas, etc.). Con mucha ironía, vuelve a contar los cuentos de Caperucita, La Cenicienta, etc., haciéndonos ver lo que hay de discriminatorio debajo de esas historias y mostrando que hay alternativas a las relaciones personales amorosas.
He escogido La Cenicienta porque es el cuento de la típica chica pobre que encuentra al típico príncipe azul ideal que le va a dar la vida perfecta (de mujer de su casa y madre) gracias a su belleza física (el príncipe no la conoce, se enamora de ella nada más verla y por un baile). También están la típica madrastra mala estilo bruja (la mujer mayor ya no sirve) y las típicas hermanastras malas con las que la protagonista compite por el chico (falta de sororidad). Garner añade también la violencia masculina que impregna las sociedades.
Considero que es un buen referente para adolescentes chicas y chicos y para adult@s, porque nos hace ver cómo los productos culturales, tradicionales o no, nos hacen aprender de forma acrítica unos modos de relacionarnos entre nosotr@s. En el cuento modernizado de Garner se desmontan las relaciones relacionadas con el amor: la pareja que no se conoce de nada y se gusta solo por el físico o la posición social y económica, la competición entre mujeres por los hombres, y la competición más violenta de hombres por las mujeres. Y se proponen, aunque sea en clave irónica con un final muy llamativo, alternativas en la vida personal, que no tiene por qué terminar siempre con la pareja y el matrimonio, y también alternativas en las relaciones entre mujeres, no de competición por los hombres, sino de colaboración.
Pongo un párrafo como ejemplo:
“Al entrar Cenicienta en el salón de baile, todas las cabezas se volvieron hacia ella. Los hombres admiraron y codiciaron a aquella mujer que tan perfectamente había sabido satisfacer la estética de muñeca Barbie que unos y otros aplicaban a su concepto de atractivo femenino. Las mujeres, por su parte, adiestradas desde su más tierna edad en el desprecio de sus propios cuerpos, contemplaron a Cenicienta con envidia y rencor. Ni siquiera su propia madre y hermanas políticas, consumidas por los celos, fueron capaces de reconocerla.”
El cuento completo está en el siguiente enlace:
http://cuentosinfantilesmodernizados.blogspot.com.es/
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