ESTEREOTIPOS MASCULINOS Y FEMENINOS


Está claro que hay unos estereotipos sociales que identifican lo que debe ser y hacer un hombre y lo que debe ser y hacer una mujer. Y desde pequeñ@s, por diferentes medios y vehículos nos vamos impregnando de esos modelos y los vamos (unas personas más que otras) imitando.
Aunque esos patrones de conducta son negativos para niños y niñas y mujeres y hombres, sin embargo, está claro que perjudican mucho más a las mujeres, porque básicamente ser hombre es poder hacer muchas cosas y ser mujer es no poder hacer casi nada. Y por eso también nos cuesta mucho cambiar nuestra conducta o nuestros pensamientos, porque nuestro modelo es el pasivo y obediente: es difícil desobedecer las consignas que te han dado desde niña.
Por eso, para contrarrestar esos estereotipos es necesaria la coeducación en la escuela y cambiar nuestros modelos de conducta en la vida personal. En clase, es importante visibilizar el trabajo de mujeres científicas, deportistas, etc., para que las niñas y los niños tengan modelos de vida diferente a los que tradicionalmente pueden ver en muchos cuentos, canciones, la publicidad, series de televisión, etc.
También es importante poner en valor el trabajo y los valores que supuestamente son femeninos, como la ternura, la sensibilidad y los cuidados, porque quién va a querer tener sentimientos, por ejemplo, si eso es “de niñas” y “ser de niñas” es un insulto.
Para mostrar uno de esos estereotipos, el de la actividad/pasividad, pongo un enlace a un vídeo de una niña que dice que no le gustan las princesas porque no hacen nada, solo esperan a que sus príncipes les saquen de sus problemas. Pero la niña (con 7 añitos…) dice que tampoco le gustan esos príncipes que buscan princesas tontas, que le gustan los príncipes que quieren chicas inteligentes, que saben valerse por sí mismas.
En el mismo sentido, pongo el enlace de un poema que ganó un slam poetry y que es actualidad ahora en las redes sociales.


https://www.youtube.com/watch?v=XqflGDJ5Oq4

https://verne.elpais.com/verne/2018/02/09/articulo/1518189390_221471.html

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